13 de septiembre de 2016

El blog La Puerta Secreta destripa a Caricias y Cuchilladas

Aunque normalmente en este rincón sólo hay retales empolvados, sentencias sumarísimas y apostillas de ida y vuelta, esta vez es necesario saltarse la normalidad para difundir este genial artículo que han escrito desde México el blog La Puerta Secreta, donde hablan de Caricias y Cuchilladas. Muy emocionado y agradecido a su autora, Ana C.R.L.

"A mi parecer Rafalé tiene un estilo sencillo y muy directo. En muchos de sus relatos hay un poco de crítica social que me encanta, sus microrrelatos que son historias contadas en cuatro o cinco párrafos y otros de 4 o 5 renglones que se leen en minutos pero son tan concisos que pese a su brevedad nos dejan una reflexión".

Desde este enlace podéis leer el artículo completo. Pronto más folclore.


11 de septiembre de 2016

Desnudo

Entre desconocidos, despojado de caretas, vanidades y falsas humildades, me presento tal como soy, desnudo. Con la excitación de la primera vez y la inquietud de saber si habrá una nueva oportunidad, discurre en mí una mezcla alborotada de vergüenza, miedo y curiosidad.
Casi no puedo alzar la sonrisa en la mirada, ni esbozar un brillo entre mis labios cortados, pero una corriente frenética discurre por las venas que termina cristalizando primero en el bolígrafo y después en la garganta en forma de palabras. De ella nace un torpe hilo de voz que busca fenecer en oídos ajenos a cambio de efímero calor y sorbos de otros chorros de voz, de los que calan los huesos e inundan el alma.
Ofrezco mis manos vacías de todo y llenas de borrones de tinta, ávidas de ser cubiertas con expresiones que sólo ellas son capaces de comprender. Espero al complejo enredo de dedos, hundirme entre heridas que encierran batallas libradas al anochecer y vencidas al albor de ver amanecer.
Mis pies tiemblan al intuir miles de caminos y apuntan cada uno hacia una incertidumbre distinta. Los intento fijar en este punto, en la imaginaria realidad. Estoy acostumbrado a burlar a la verdad, la mentira y si es preciso a mí mismo. Entre tanto, mis vergüenzas se erizan sin discreción y me recuerdan que nunca las pude encerrar entre rejas de razón.
Descubro en mi recorrido, lunares abandonados, cicatrices que creí cerradas y bellos rincones que al olvidarlos se transformaron sin avisar. Es en ellos donde vuelvo a recobrar la fe en mí y en este maravilloso caos, donde me vuelve a fascinar el infinito universo que encierra un cuerpo tan insignificante y tan pequeño.
El papel inerte se impregna de retazos de vida, lamentos que buscan la manera de inmolarse, deseos que se desangran por convertirse en realidad, pasiones ocultas que adolecen valor y mentiras que aspiran a ser verdad. Los retazos encadenados a la imperfección conforman una apariencia cobarde a la espera del implacable juicio de extraños que les situé entre la vulgaridad y la trascendencia, enterrarse debajo la piel o permanecer bajo el suelo, entre la vida y la muerte.

Y es entonces, cuando le encuentro el gusto a estar desnudo entre desconocidos, pues, aunque destartalada, desorganizada y no llegue a taparme del todo, siempre me cubre una manta de palabras.

2 de agosto de 2016

Caricias y Cuchilladas

Estremecen tus suaves caricias después de dejar un rastro de sangre y dolor. Reparan tus crueles cuchilladas que, con el tiempo, garantizan un instante de felicidad y levitar sobre la realidad. Gritan tus silencios cuando son capaces de iluminar al tedio en medio de la oscuridad, hasta aflorar de la nada una nueva oportunidad. Sosiegas la demencia frenética, la cual escondió el miedo evidente a querer ser y anestesió de podredumbre y mundanidad a los sueños con los que alguna vez fantaseé. El calor de tu mirada me congela y me abrasa el frío de tus palabras.
Aceleras el latido ante un simple roce de dedos, cargado de posibilidades marchitas antes de nacer. Congelas la respiración en una danza de cuerpos desnudos que escupe una mezcla de sudor ardiente y te quieros. Conviertes al surco de la última lágrima en el sendero de una flamante esperanza. A la sonrisa infinita la trasladas a los dominios de la muerte, pudres sus dientes, le das a probar el beso pestilente y reduces la alegría presente a un recuerdo en el olvido.
Vulgarizas la esencia genuina de la obra aclamada y unánime, mientras elevas a la categoría de maestría al instinto más repugnante.  Desprecias al rico que sólo sabe mirarse a sí mismo y lo castigas al merecido ostracismo. Al pobre le haces un hueco en tu mesa para compartir un poco menos que nada y planificar la estrategia de asaltar los firmamentos. Rechazas el olor a divino, aunque le pongas velas al milagro de fraternidad entre seres distintos. Críticas lo que por ignorancia es absoluto y no cejas en la ilusión de desnudar al desconocimiento. Le das sentido al desconcierto con el que nacimos.
Y así es como hacen el amor la verdad y la mentira, el todo y la nada, lo real y lo imaginario, el dolor y la alegría, la muerte y la vida. Así es como fundes en una sola palabra caricias y cuchilladas. Así me enseñaste a que soy un continuo contraste, ridículo, genial, torpe, valiente, tímido y, por ahora, de ti prendido. Vida.

31 de julio de 2016

La Superficialidad

La superficialidad no es una ilusión que
aspira a ser verdad. La superficialidad es una mentira
que a la luz de la verdad se convierte en una cuchilla”.
Anónimo Pensador

Comienza una semana como comienzan todas para Ana. Despierta envuelta en su delicado pijama de lino rosa y enciende su teléfono. Una sucesión de avisos y mensajes enloquece al aparato, iluminando el rostro liso de la joven. Contesta con una ráfaga veloz de clicks a las notificaciones procedentes de las redes sociales y con una aleatoria elección de emoticonos a los mensajes personales salvo a los de Ramón, al que, generosa, le dedica dos de ellos. En su fuero interno, Ana se siente satisfecha y sonríe.
Se encierra en el aseo durante una hora para someterse a una ducha, sesiones de cremas, alisado de pelo, maquillaje y perfume. Entre tanto, se ha enfundado en un vestido verde ajustado que le realza la silueta y deja entrever sus pechos. Se fotografía mirando el espejo desde un ángulo previamente estudiado. Cuelga la instantánea a la red acompañada de un mensaje que reza “A por la semana con energía y alegría”. Mientras devora una deliciosa tostada integral de queso de untar light y pavo bajo en sal, el teléfono móvil de Ana vibra sin cesar. Al otro lado de las vibraciones se agolpa un tumulto de conocidos desconocidos que sueñan con acostarse con ella, amigas que bendicen la apasionante vida de Ana y enemigas que se mueren de envidia por ser ella.

14 de julio de 2016

Perplejidad

Hacen que queramos la comodidad, la rentabilidad, la puntualidad y la productividad. Nos venden las maravillas de la neutralidad, la centralidad, la religiosidad, la simplicidad y la estabilidad, inculcándonos la incapacidad, la temeridad, la vulnerabilidad, la inferioridad y la debilidad.

Para cuando queramos despertar seremos juguetes de la vulgaridad, la fragilidad, la inhumanidad y, finalmente, la invisibilidad sin haber mostrado un ápice de perplejidad.

11 de julio de 2016

El Centro Del Hielo

Arde el bloque de hielo, se evapora la capa cristalina y se derrite la interna desconocida. Nubes transparentes se escapan ante la desesperación paulatina, entrelazándose con masas de negra mundanidad que forman tormentas de inquietud. Del vapor no queda constancia sobre su forma remota, ni tan siquiera si alguna vez la tuvo o existió. Ríos de vida muerta encharcan el suelo, atrayendo a su orilla a refinados señores y bestias salvajes. A lametazos le quitan la sed a sus instintos, sin preocuparse de que el fluido estancado alargue sus miserias o les arrebate toda condición.
Se apaga el incendio y el bloque, más pequeño, se alza con autoridad. No hay vapor, ni lluvias, los ríos han sido absorbidos, los cadáveres aumentan y no se conoce fuego que prenda. La película de hielo deja intuir tesoros encerrados en su interior: la materia prima jamás explotada, la virginidad eterna, el pensamiento sin ser palabra, la vida antes de nacer, una conciencia sin corromper, un corazón que no ha aprendido a latir. Exhalar un aliento cálido, picar las paredes heladas, masticar escarcha para llegar al centro del hielo.
Presa de las manos no merecedoras, la emoción y la felicidad se disipan rápido ante el estupor y la incomprensión. Han sobrexplotado la materia prima, no queda rastro de virginidad, el pensamiento se ha convertido en palabra imperfecta, ha nacido una vida, se ha corrompido la conciencia y el corazón late desbocado. Y mientras tanto, el centro del bloque de hielo se ha derretido al calor de las manos.

5 de julio de 2016

Cristales

De tanto sujetar el cristal, éste se rompió en mil pedazos que se incrustan en las carnes y desgarran el alma. En lugar de recogerlos y lanzarlos a los escombros del olvido, los cristales se esparcieron por los suelos y después volaron por el aire. Las calles se desangran, el miedo y el odio conviven en el reflejo, la piel se cubre de hierro y el silencio aprieta el cuello. En medio de la confusión, alguien aviva la hoguera con sangre para producir nuevos traslúcidos.
Al fin, el estruendo de cristales cesa. La calma sofoca el ambiente, se arrinconan los pedazos en un lado, las cicatrices se esconden y la voz emana como un temblor que se convierte en cotidiano. Y, entre tanto, alguien coloca otro cristal haciendo creer que podrá sujetar la paz.

30 de junio de 2016

Metamorfosis

La metamorfosis sacudió su alma y serenó su cuerpo. No se había convertido en otra persona, había descubierto que nunca fue quien creía ser.

26 de junio de 2016

La Ciudad De Los Vuelos

Cuenta la leyenda que en las tierras del sur se encuentra la ciudad de los vuelos. Todo comenzó en uno de los primeros días de verano de hace muchos años. El intenso calor asolaba las calles, convirtiendo a estas en desiertos de la humanidad. Los ciudadanos más pudientes escapaban a las playas de otras ciudades cercanas, mientras que los que menos tenían se refugiaban en sus casas desde que asomaba el sol hasta que se ponía por completo.

Ante la falta de clientela, los comerciantes se veían abocados a cerrar sus negocios durante el estío y abandonarse a la ruina. Por su parte, los trabajadores del campo sufrían la ferocidad del verano, agravado por la falta de lluvias en invierno y primavera. La fruta estaba seca y carecía de cualquier tipo de sabor, las cosechas eran escasas y se preveía que las próximas no merecieran tan siquiera ser recogidas. También los animales de las granjas padecían en su piel la sequía y la constante lluvia de fuego. El canto de los pajarillos se había apagado en busca de otros lugares.

24 de junio de 2016

Recovecos

Tan cerca que atraviesa la piel sin dejar herida. Tan lejos que se olvida entre los recuerdos. Se sumerge tranquila en mares de sangre, rastrea con emoción la tierra que albergó batallas perdidas y aspira el viento desconocido que le da la vida. Suaves olas mecen la fragata hacia islas desiertas en las que clavar su bandera y deleitarse con la fauna salvaje. Mientras tanto, el sol, que parece no agotarse nunca, baña la supuesta inmensidad.

Al cernirse la tormenta, se hunde la frágil embarcación y el miedo se apodera de la conquista. Encuentra refugios temporales en inhóspitos recovecos que albergan tesoros. La oscuridad y el silencio comparten espacio en cofres abandonados. Abrir o sellar; gritar o callar; saber o ignorar; huir o permanecer; saltar o caer. La disyuntiva pesa, la respuesta vuela y los recovecos se cierran. Y otra vez, tan cerca y a la vez tan lejos.