18 de abril de 2016

Caridad Contemporánea

De entre todos los candidatos, el empresario escogió al que más lo necesitaba. El hambre cegaba la vista de aquel desgraciado, sus torpes balbuceos escupían desesperación. Se le asignó la mitad del sueldo y la jornada prevista se vio prolongada. Mientras le ajustaban los grilletes, el esclavo agradeció con fervor la caridad del patrón altruista.

2 comentarios:

  1. Muy cierto y plasmado en letras con picardía! Saludos.

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    1. Me encantaría que fuera una ficción, pero creo que muchas veces se convierte en verdad....

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