3 de octubre de 2018

El Secreto Pretencioso


Como una confesión que no debería revelarse nunca más nació el secreto que nos ocupa. Pasaba su vida celosamente arrinconado en la memoria y trataba de ocultarse de la luz y de las voces humanas. Cansado de su monótona vida y amenazado por caer en el olvido, salía de su escondrijo para asombrarse con el exterior. Cierto día, el secreto comenzó a sufrir una fiebre muy alta y se agitaba descontrolado de un lado para otro hasta que llegó a la punta de la lengua y se precipitó hacia un oído desconocido.
Paulatinamente, fue entrando en otras mentes provocando sorna, envidia, crítica e indiferencia. El secreto dejó de ser enclenque y tímido, engordaba por momentos y ansiaba entrar en nuevos escondites y desencadenar más sentimientos. En una de sus múltiples indiscreciones, topó con la persona que le había dado la vida y a la que había prometido no revelarse nunca. En ese instante, el secreto reventó y dejó de ser secreto. Dicen que deambula por las calles del olvido y que duerme entre cartones mugrientos, que se ha convertido en un chisme vulgar que nadie quiere escuchar.

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