Hubo
una vez un hombre atrevido que declaró haber inventado el fuego. Una multitud
exaltada lo vilipendió por mentiroso, mientras que algunos individuos
consideraron que quizá fuera creíble su declaración. Resguardado entre el
escarnio y la indiferencia, su hazaña corrió como la pólvora y poco a poco el extravagante
personaje se convirtió en un héroe.
Ayer
salió por televisión, en un programa de máxima audiencia, contando cómo había
descubierto la rueda.
Buenas tardes. Me gustan los relatos cortos, pero este me ha dejado con ganas de seguir leyendo. Es una idea estupenda y divertida.
ResponderEliminarBuenas Arima. No sé si habrá segunda parte, tampoco creo que nuestro personaje necesite más atención, pues se alimenta de ello y no pienso darle tal placer. O sí.
EliminarMil gracias por leer y comentar. Es un placer! Saludos!