14 de noviembre de 2018

Personajes Oscuros


En cierta ocasión, un personaje oscuro se dio cuenta de que su vida no tenía ningún sentido. Astutamente, decidió buscarse un enemigo. Una vez lo encontró, comenzó a adoptar costumbres y opiniones opuestas a las de éste. El personaje oscuro frecuentaba los cafés y las tertulias para despotricar contra él sin piedad, alertando al resto de los peligros que entrañaban los pensamientos y las futuras acciones que llevaría a cabo su adversario. Aunque nunca coincidió con el blanco de sus iras, los rumores apuntaban a que él también era vorazmente vilipendiado. Eso le irritaba profundamente y le hacía ensañarse cada vez con más energía y rabia, hasta el punto de centrar todos sus esfuerzos contra su antagonista.

Aunque pudiera parecer que lo odiaba con toda su alma, en el fondo lo amaba. La existencia de un enemigo le había dado un penoso, pero ansiado, sentido a su vida.

6 comentarios:

  1. El odio y el amor son sentimientos iguales de fuertes, de ahí que se den la mano.

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    1. Buenas Manuela. Es sabido que del amor puede nacer el odio, pero lo interesante es que del odio también puede nacer el amor, así como la necesidad de ese odio para hacerse notar o para justificar la existencia de uno.

      Mil gracias por leer y comentar.

      Saludos.

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  2. La verdad...si es exactamente un comportamiento netamente humano, parece siempre el odio y el amor van de la mano. La mente y sus innumerables misterios dan para mucha tinta. Muy bueno.

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    1. Me alegro que te haya gustado. La relación entre los contrastes, los conceptos opuestos me mueve mucho. Mil gracias por tu lectura y comentario!

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  3. Nuestra dualidad, sin duda... Esa que nos hace ser; reprendernos o reconocernos y hasta el sentido de cómo vemos a los demás. Excelente relato!!

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  4. Nuestra dualidad, sin duda... Esa que nos hace ser; reprendernos o reconocernos y hasta el sentido de cómo vemos a los demás. Excelente relato!!

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