Con la humanidad al borde
de una completa y salvaje destrucción, un grupo de heavy metal de Barcelona se
erige como la única esperanza de salvación posible. Bajo esta hipótesis, Canción
Ambigua De Dudas y Espejismos se presenta como un
vibrante y entretenido segundo envite de Invocatio, una saga fantástica que
vio la luz hace solo unos meses, con el reciente anuncio de aguardar alrededor
de una decena de tomos más. Misterio, aventuras, fantasía y erotismo se funden
en una incuestionable y detallista ambientación con un argumento vertiginoso
que no dará lugar a ningún tipo de tregua ni aburrimiento.
Tras
hacer su carta de presentación con Alma De Fuego, este supone el
segundo trabajo para Prisca Nerín, quien
en esta ocasión ha contado con la coautoría de Mel Brunch. La escritora barcelonesa es una habitual del género de
terror, romántico y fantástico, y, además de la saga Invocatio, cuenta con la
autoría de interesantes relatos de una estampa muy heterogénea, de los cuales
podéis encontrar una buena muestra en su blog, Nulla Dies Sine Ars, así
como reseñas literarias y otras curiosidades sobre sus obras. Dentro del combo erotismo-fantasía,
es inevitable comparar esta saga con la de La Hermandad De La Daga Negra, firmada
por J. R. Ward.
Así pues, Canción
Ambigua De Dudas y Espejismos nos traslada a Barcelona, en vísperas
de la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992, con un nuevo contratiempo
para la Orden del Pacto: el Icor Sagrado
–herramienta empleada para tatuar a los nuevos miembros de la orden– ha sido
robado y dos de sus guardianes han sido brutalmente asesinados. Con esta tesitura,
la guerra entre los Mundos Inmateriales es inevitable, lo cual podría desencadenar
la esclavización o destrucción de la humanidad. El grupo Invocatio –compuesto
por cinco invocadores recipientes de espíritus procedentes de los reinos
inmateriales existentes– es el designado para investigar tales sucesos, tratar
de recuperar el Icor e identificar a los
asesinos. La novedad, en esta ocasión, es que deberán realizar su trabajo junto
a la compañía de La Tríada, un grupo de invocadoras que apunta a caldear el curso
de la investigación.
A
diferencia de su predecesora, uno de los puntos fuertes de la novela es la gran
cantidad de escenas de acción que, además del entorno urbano, tiene lugar en
diferentes espacios naturales como la cima del Canigó, en los Pirineos, o el
Parque Natural del Moncayo, entre Aragón y Castilla y León. En estos enclaves, la
búsqueda de la Orden del Pacto se estrecha sobre seres fantásticos con multitud
de peligros inimaginables al acecho. Desafortunadamente, a pesar de su
originalidad y su buen planteamiento, gran parte de las tramas se resuelven con
una ligereza que no permiten sembrar la inquietud y la intriga en el lector.
La
componente sentimental empapa también las páginas de Canción
Ambigua De Dudas y Espejismos, prosiguiendo la bucólica historia de
amor entre Fost –uno de los miembros de Invocatio– y Dalia, sin hacer excesos
en el uso del algodón de azúcar. Sin embargo, este apartado es acaparado por la
floreciente atracción y enamoramiento de Gael por Roc, la cual protagoniza sugerentes
escenas tórridas sin renunciar ocasionalmente a reconvertirse en trío. La
pareja encarna la habitual encrucijada entre amistad y pasión, heterosexualidad
y bisexualidad, influenciada por las connotaciones fantásticas de la obra.
“De repente, en un instintivo acto animal,
Roc comenzó a lamerle el cuello. Al pelirrojo se le erizó toda la piel al
sentir su lengua, pero vio que lo que estaba haciendo era intentar curarle las
heridas que le había hecho con las garras.
Aguantando un gemido de placer se dejó aliviar por la húmeda
y caliente caricia. Poco a poco, los leves lengüetazos se convirtieron en unos
ligeros mordiscos de sus afilados colmillos y Gael, excitado, perdió la
conciencia de lo que estaba pasando. Quizá fuera la influencia de las hadas, o
quizá no, pero joder, lo deseaba tanto... El pelirrojo le devolvió las caricias
dándole pequeños besos en el musculoso cuello y abrazándole fuertemente. Notaba
el bombeo del fuerte corazón de Roc a través de su enorme pecho y tuvo que
contener la respiración cuando el tótem lo atrajo hacia él con sus potentes
brazos. Dejándose llevar, le separó la cabeza a Roc agarrándole el pelo y lo
acercó a su rostro para besarlo con fuerza en los labios. Sus lenguas se
fundieron en un largo y brutal beso, hasta que Roc paró de golpe”.
La obra posee un estilo narrativo directo que hace que la lectura se convierta en
un ágil ejercicio, unido a su pronta estructura, con contados alardes
literarios. También consigue introducir con naturalidad la esmerada
ambientación paulatinamente, sin desbordar al lector con detalles
independientemente de su familiaridad con el género. Por el contrario, el tono
bravucón, y en ciertas ocasiones rudo, de sus protagonistas parece calar al
narrador a medida que la obra avanza, desluciendo la solidez y asepsia inicial.
Por último, es loable el dinamismo que aporta la alternancia entre tramas y su distribución
por capítulos.
Aunque
la obra se puede comprender a la perfección sin haber leído previamente Alma
De Fuego, a nivel de ambientación es recomendable hacer correctamente el
ejercicio cronológico. La resolución final de la trama, como preludio de un
nuevo sinfín de sucesos enigmáticos y aventuras trepidantes, incentiva el
interés por el tomo venidero. Así pues, podemos decir que Canción
Ambigua De Dudas y Espejismos es una amena obra de transición, que
teje con gran precisión un entramado fantástico honesto y fascinante .
Qué reseña tan magnífica, hasta a mí me dan ganas de releer la novelucha :) ¡Muchas gracias por tu crítica!
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