24 de septiembre de 2019

Fama Fantasma


Desde que me mudé de casa, he sido víctima de los antojos y extravagancias de una familia de muertos. La vivienda era modesta y los techos de basta altitud remarcaban su antigüedad. Además de la cercanía al centro y al puesto donde calentaba el culo, al que entre mis allegados me refería como trabajo, me atrajo su ínfimo precio. Al parecer la vivienda llevaba vacía diversos años y los intentos por buscar inquilinos habían sido infructuosos, desatando la frustración y el enojo entre dueños e inmobiliarias.
Una vez superados los trámites legales e instalado junto a mis pertenencias –un cortaúñas, un abrelatas y una bolsa de agua caliente–, descubrí la verdad sobre el alojamiento: en sus ventanas habitaban una serie de espíritus que se dejaban reflejar en los espejos con forma de fantasma. He de decir que, a pesar del estupor inicial, conmigo tuvieron un comportamiento exquisito. Se trataba de la familia de antiguos propietarios, ya extinta, que al ser de un convencimiento conservador y actitud recelosa, vigilaba que la casa donde habían nacido, crecido y muerto generaciones enteras se mantuviera decente. Al principio, me resultó grata la compañía, intercambiábamos impresiones banales, narrábamos bellos recuerdos y discutíamos con energía sobre la actualidad política, economía, técnicas de cultivo o sobre las novedades de la escena trap. Tiempo después, se tornaron insoportables: me daban órdenes sobre cómo vestir, con quien ir, que comer, y se empecinaban en que emprendiera una serie de reformas estructurales de la casa que me dejarían en la ruina.
Así pues, no tuve más remedio que llamar a los mismísimos Cazafantasmas. Les pedí que fumigaran la casa y así expulsar a la colección de espíritus y apariciones. Después de meses de espera, cruces de llamadas y una factura a todas luces abusiva, se han dejado al fantasma de la abuela. Esta, ya sin la supervisión del resto de miembros, no cesa de lanzarme piropos y picardías. Una vez más queda demostrado que se cumple el tópico: coge fama, y échate a dormir con la abuela.

3 comentarios:

  1. jajajaja. Un hartón de reír. Muy bueno.

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    1. Me alegra hacerte reír! Mil gracias por entrar, leer y comentar! Abrazos!!

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  2. Saludos! buen contenido literario atentamente sybcodex..

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