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11 de septiembre de 2016

Desnudo

Entre desconocidos, despojado de caretas, vanidades y falsas humildades, me presento tal como soy, desnudo. Con la excitación de la primera vez y la inquietud de saber si habrá una nueva oportunidad, discurre en mí una mezcla alborotada de vergüenza, miedo y curiosidad.
Casi no puedo alzar la sonrisa en la mirada, ni esbozar un brillo entre mis labios cortados, pero una corriente frenética discurre por las venas que termina cristalizando primero en el bolígrafo y después en la garganta en forma de palabras. De ella nace un torpe hilo de voz que busca fenecer en oídos ajenos a cambio de efímero calor y sorbos de otros chorros de voz, de los que calan los huesos e inundan el alma.
Ofrezco mis manos vacías de todo y llenas de borrones de tinta, ávidas de ser cubiertas con expresiones que sólo ellas son capaces de comprender. Espero al complejo enredo de dedos, hundirme entre heridas que encierran batallas libradas al anochecer y vencidas al albor de ver amanecer.
Mis pies tiemblan al intuir miles de caminos y apuntan cada uno hacia una incertidumbre distinta. Los intento fijar en este punto, en la imaginaria realidad. Estoy acostumbrado a burlar a la verdad, la mentira y si es preciso a mí mismo. Entre tanto, mis vergüenzas se erizan sin discreción y me recuerdan que nunca las pude encerrar entre rejas de razón.
Descubro en mi recorrido, lunares abandonados, cicatrices que creí cerradas y bellos rincones que al olvidarlos se transformaron sin avisar. Es en ellos donde vuelvo a recobrar la fe en mí y en este maravilloso caos, donde me vuelve a fascinar el infinito universo que encierra un cuerpo tan insignificante y tan pequeño.
El papel inerte se impregna de retazos de vida, lamentos que buscan la manera de inmolarse, deseos que se desangran por convertirse en realidad, pasiones ocultas que adolecen valor y mentiras que aspiran a ser verdad. Los retazos encadenados a la imperfección conforman una apariencia cobarde a la espera del implacable juicio de extraños que les situé entre la vulgaridad y la trascendencia, enterrarse debajo la piel o permanecer bajo el suelo, entre la vida y la muerte.

Y es entonces, cuando le encuentro el gusto a estar desnudo entre desconocidos, pues, aunque destartalada, desorganizada y no llegue a taparme del todo, siempre me cubre una manta de palabras.

2 de agosto de 2016

Caricias y Cuchilladas

Estremecen tus suaves caricias después de dejar un rastro de sangre y dolor. Reparan tus crueles cuchilladas que, con el tiempo, garantizan un instante de felicidad y levitar sobre la realidad. Gritan tus silencios cuando son capaces de iluminar al tedio en medio de la oscuridad, hasta aflorar de la nada una nueva oportunidad. Sosiegas la demencia frenética, la cual escondió el miedo evidente a querer ser y anestesió de podredumbre y mundanidad a los sueños con los que alguna vez fantaseé. El calor de tu mirada me congela y me abrasa el frío de tus palabras.
Aceleras el latido ante un simple roce de dedos, cargado de posibilidades marchitas antes de nacer. Congelas la respiración en una danza de cuerpos desnudos que escupe una mezcla de sudor ardiente y te quieros. Conviertes al surco de la última lágrima en el sendero de una flamante esperanza. A la sonrisa infinita la trasladas a los dominios de la muerte, pudres sus dientes, le das a probar el beso pestilente y reduces la alegría presente a un recuerdo en el olvido.
Vulgarizas la esencia genuina de la obra aclamada y unánime, mientras elevas a la categoría de maestría al instinto más repugnante.  Desprecias al rico que sólo sabe mirarse a sí mismo y lo castigas al merecido ostracismo. Al pobre le haces un hueco en tu mesa para compartir un poco menos que nada y planificar la estrategia de asaltar los firmamentos. Rechazas el olor a divino, aunque le pongas velas al milagro de fraternidad entre seres distintos. Críticas lo que por ignorancia es absoluto y no cejas en la ilusión de desnudar al desconocimiento. Le das sentido al desconcierto con el que nacimos.
Y así es como hacen el amor la verdad y la mentira, el todo y la nada, lo real y lo imaginario, el dolor y la alegría, la muerte y la vida. Así es como fundes en una sola palabra caricias y cuchilladas. Así me enseñaste a que soy un continuo contraste, ridículo, genial, torpe, valiente, tímido y, por ahora, de ti prendido. Vida.

14 de julio de 2016

Perplejidad

Hacen que queramos la comodidad, la rentabilidad, la puntualidad y la productividad. Nos venden las maravillas de la neutralidad, la centralidad, la religiosidad, la simplicidad y la estabilidad, inculcándonos la incapacidad, la temeridad, la vulnerabilidad, la inferioridad y la debilidad.

Para cuando queramos despertar seremos juguetes de la vulgaridad, la fragilidad, la inhumanidad y, finalmente, la invisibilidad sin haber mostrado un ápice de perplejidad.

11 de julio de 2016

El Centro Del Hielo

Arde el bloque de hielo, se evapora la capa cristalina y se derrite la interna desconocida. Nubes transparentes se escapan ante la desesperación paulatina, entrelazándose con masas de negra mundanidad que forman tormentas de inquietud. Del vapor no queda constancia sobre su forma remota, ni tan siquiera si alguna vez la tuvo o existió. Ríos de vida muerta encharcan el suelo, atrayendo a su orilla a refinados señores y bestias salvajes. A lametazos le quitan la sed a sus instintos, sin preocuparse de que el fluido estancado alargue sus miserias o les arrebate toda condición.
Se apaga el incendio y el bloque, más pequeño, se alza con autoridad. No hay vapor, ni lluvias, los ríos han sido absorbidos, los cadáveres aumentan y no se conoce fuego que prenda. La película de hielo deja intuir tesoros encerrados en su interior: la materia prima jamás explotada, la virginidad eterna, el pensamiento sin ser palabra, la vida antes de nacer, una conciencia sin corromper, un corazón que no ha aprendido a latir. Exhalar un aliento cálido, picar las paredes heladas, masticar escarcha para llegar al centro del hielo.
Presa de las manos no merecedoras, la emoción y la felicidad se disipan rápido ante el estupor y la incomprensión. Han sobrexplotado la materia prima, no queda rastro de virginidad, el pensamiento se ha convertido en palabra imperfecta, ha nacido una vida, se ha corrompido la conciencia y el corazón late desbocado. Y mientras tanto, el centro del bloque de hielo se ha derretido al calor de las manos.

5 de julio de 2016

Cristales

De tanto sujetar el cristal, éste se rompió en mil pedazos que se incrustan en las carnes y desgarran el alma. En lugar de recogerlos y lanzarlos a los escombros del olvido, los cristales se esparcieron por los suelos y después volaron por el aire. Las calles se desangran, el miedo y el odio conviven en el reflejo, la piel se cubre de hierro y el silencio aprieta el cuello. En medio de la confusión, alguien aviva la hoguera con sangre para producir nuevos traslúcidos.
Al fin, el estruendo de cristales cesa. La calma sofoca el ambiente, se arrinconan los pedazos en un lado, las cicatrices se esconden y la voz emana como un temblor que se convierte en cotidiano. Y, entre tanto, alguien coloca otro cristal haciendo creer que podrá sujetar la paz.

30 de junio de 2016

Metamorfosis

La metamorfosis sacudió su alma y serenó su cuerpo. No se había convertido en otra persona, había descubierto que nunca fue quien creía ser.

24 de junio de 2016

Recovecos

Tan cerca que atraviesa la piel sin dejar herida. Tan lejos que se olvida entre los recuerdos. Se sumerge tranquila en mares de sangre, rastrea con emoción la tierra que albergó batallas perdidas y aspira el viento desconocido que le da la vida. Suaves olas mecen la fragata hacia islas desiertas en las que clavar su bandera y deleitarse con la fauna salvaje. Mientras tanto, el sol, que parece no agotarse nunca, baña la supuesta inmensidad.

Al cernirse la tormenta, se hunde la frágil embarcación y el miedo se apodera de la conquista. Encuentra refugios temporales en inhóspitos recovecos que albergan tesoros. La oscuridad y el silencio comparten espacio en cofres abandonados. Abrir o sellar; gritar o callar; saber o ignorar; huir o permanecer; saltar o caer. La disyuntiva pesa, la respuesta vuela y los recovecos se cierran. Y otra vez, tan cerca y a la vez tan lejos.

31 de mayo de 2016

Infinita Nada

Siempre tuvo el mismo proceder: cuando tenía uno, quería otro y al tener ambos, deseaba otros tantos. Un día creyó tener tal cantidad inabarcable que fijó su anhelo en hacerse dueño del infinito. Aunque el gremio de expertos en aritmética y la cuadrilla de ambiciosos sin alma le advirtieron de los insalvables obstáculos teóricos y prácticos, no paró hasta conseguir su propósito.

Orgulloso de su hazaña, creía ver bajo su control un ente ilimitado que jamás nadie había ostentado. Mientras aún aspira a incrementar la ilusión despedazada, hace tiempo que en sus dominios sólo crece la infinita nada.

25 de mayo de 2016

La Chispa

Mientras el pueblo parecía sumido en el letargo, sus protectores, que se habían erigido también como terratenientes, se dedicaban a lanzarles sus propios excesos. Un día fue el aumento de la jornada laboral, otro que se les pudiera despedir sin casi indemnizarles, mientras les repetían una y otra vez que eran tiempos difíciles, que debían entenderlo y hacer un considerable esfuerzo. Aunque hubiera sido medianamente fácil taparles la boca, no hacía falta, puesto que se habían acostumbrado a aguantar aquel peso y nadie sentía ni veía ningún lastre sobre sus gastadas espaldas.
Un día una chispa brotó y el pueblo se entregó a las llamas. Habían soportado un vertedero maloliente, pero hasta que no comenzó a arder nadie había dado cuenta de su existencia.

Microrelato seleccionado para Tomo y Lomo de Carne Cruda.
Se puede escuchar su radiación en este poadcast

18 de mayo de 2016

Te Odio

Te odio. Detesto tu sonrisa maliciosa, tu engreída verborrea y tu manifiesta hipocresía. Pero sin duda, lo que más odio de ti es encontrarte siempre en el reflejo del espejo.

17 de mayo de 2016

Alivio Espiritual

Cuando salió del confesionario, se sintió aliviada y un tanto contrariada. Debería volver para confesarlo y redimirse.

12 de mayo de 2016

Enredos

Se enredan con inocencia jugando a arriesgar su libertad, con la torpeza de creer que volverán a su estado natural en un sencillo golpe de manos. Con el frenético abandono y a base de relativizar, se estiran formando enredos que encuentran el equilibrio imposible. Un día, desenredando un enredo todo se enreda en una nueva red que aprisiona el fondo sin treta que la pueda deshacer. El abismo asoma, los cables aprietan, la verdad y la mentira penden de un hilo y las tijeras hace tiempo que dejaron de cortar.

10 de mayo de 2016

Lo Invisible

Desde lo alto del trono, afila la lengua confiado en evitar la caída. No se ha encontrado tesoro ni prominencia que le arranque la más mínima lisonja de la boca. Castrada la razón, desposeída toda condición y cosida una frágil ilusión, una legión parece sostenerle jurando admiración. Pero, al rebanarse la garganta, se ahogan las palabras, el pedestal cede sin lastimar ningún hombro y el suelo entrega el beso de barro prometido. Aunque se ruborice el hundido ante la constatación de la nada, no es cosa vana levitar lo invisible.

9 de mayo de 2016

Silencio

No recuerda cuándo, pero hace tiempo que notar aquellas garras hundiéndose en su piel, la sangre fundirse con el sudor, se convirtió en algo habitual. Callaba. Sabía que era mejor no decir nada y así descubrió cierto alivio placentero. Pasó por alto que aquellas manos quedaran permanentemente grabadas en su cuello conduciéndole a la asfixia. No había palabras. Debía aguantar todas las envestidas de su amo con agradecimiento. Le abofeteaba y le escupía mientras le recordaba con furia que no era más que otra puta a su servicio. Aquellos ojos brillaban al ver su cuerpo maltrecho y doblegado a la voluntad poderosa. Silencio. Si no era él, otro estaría dispuesto a enmudecer. Silencio.

Silencio del que se aprende a gritar.

3 de mayo de 2016

La Revolución

El viejo régimen había sido derrocado. Las plazas estaban abarrotadas de banderas que anunciaban el triunfo de la revolución. De las miradas brotaba la ilusión desvanecida y la sinceridad desbordaba los abrazos y los besos.


Al día siguiente, la junta revolucionaria promulgó la ansiada reforma: bajo pena de arresto, quedaba prohibido ser un cobarde que espera la muerte.

2 de mayo de 2016

El Muerto Viviente

Balbucea convencido proclamas babosas para camelar a la mayoría. Camina arrastrando la muerte, parándose a estrechar sus frías y flácidas manos a ancianos y meapilas orgullosos. Su escuadrón de guardias lo protege inyectando miedo en sus dominios. Vestidos de inofensivos bufones, sus aduladores recitan odas en la corte capaces de reblandecer cerebros que le serán servidos como alimento. A excepción de la habilidad de esconderse y derramar el tiempo, no se le conoce virtud. Carece de cualquier emoción, sin contar su pasión por ver arrastrarse un mísero balón. Con humildad confiesa que no sabe nada del pasado, es un muerto y los muertos no tienen recuerdos, aunque su lengua serpentea la solución a todos los problemas, incluidos los que carecen de ella.

Cuando cae la noche, el muerto viviente regresa a su hermético palacio y emite una risotada atronadora que hiela las paredes. Las encuestas son rotundas: mientras seguís durmiendo plácidamente, el muerto viviente continuará siendo vuestro presidente.

1 de mayo de 2016

La Burbuja

No logró rozarla sin apenas deformar su curvatura. Tampoco pudo arrancársela para que echara a volar lejos. Sabía que no era posible explotarla sin que el jabón empapase la cara de su prisionera. Cuando se armó de valor e intentó que estallara, la pompa lo repelió lanzándolo varios metros hacia atrás. Claudicó mascullando que la burbuja que la envuelve sólo teme a la aguja que contiene.

29 de abril de 2016

Sentimientos Vacíos

La impotencia y la culpabilidad sacudieron vertiginosamente mi alma. Recostado en el sofá, mi conciencia había abrazado los designios de la solidaridad y la justicia.

Ajeno a mi vital transformación, las olas mecen un alma que pedía refugió a orillas de la costa.

26 de abril de 2016

El Ciclo

Se derritió la pasión dejando tras de sí el cenagal que empantana los huesos. Se evaporó el tiempo para dar lugar a tormentas que ensombrecen los pensamientos. Se cristalizó la desesperación en el genio que fugazmente se es capaz de atesorar. Y antes de terminar, en el mismo lugar, en el instante preciso, de igual forma, el ciclo ha vuelto a comenzar.

25 de abril de 2016

Inocencia

Sobre la mesa donde solía trabajar, encontraron la foto de Albert partida por la mitad entre tachones y fórmulas inteligibles. Pobre muchacho, musitó el viejo profesor al enterarse del terrible desenlace. Aún recordaba cuando, años atrás, tuvo la inocente ocurrencia de compararlo públicamente con el mismísimo Einstein.