Abro esta nueva sección dentro de este pequeño espacio literario para hablar
de la primera obra del alicantino Daniel Segovia, Los Niños De La Encarnación.
Un libro que nos transporta a una de las temáticas que con más fuerza ha calado
en el disparadero mediático en los últimos tiempos, el robo de niños recién
nacidos para venderlos en adopción. Un caso que salpica desde la Iglesia, desde
la base hasta el prelado, pasando por la administración y el cuerpo de policía.
Páginas con regusto a novela policíaca, selladas con un estilo personal. Un
trabajo meritorio, esmerado, vibrante y ameno. No se puede pedir más.
Desde el principio de la obra deja patente un cuidado estilo, barriendo de
forma detallada sensaciones y descripciones. Conforme trascurren los capítulos el
estilo se torna más claro permitiendo
una lectura ágil y, por encima de todo, entretenida. Destaca la forma de
enlazar los entresijos de la trama, haciendo de cada capítulo un salto temporal
hacia presente y pasado, saltando de las acciones entre unos y otros
personajes. El libro consigue de este modo encaminar al lector hacia pesquisas relacionadas
con el inquietante misterio.
En este sentido, Segovia atrapa y despista indistintamente, sin restar ni un
ápice de solidez a un argumento que resuelve sin fisuras. De pronto las huellas
indican el asesino, como parecen invisibles. Por contra, cabe destacar la
aceleración del ritmo de los últimos capítulos, con una sucesión de escenas que
hubiera merecido la pena sosegar. Muchas preguntas quedan entreabiertas tras la
apertura de tantos enigmas entrecruzados, reservando el placer de resolverlos
al ávido lector.
Por otro lado, cabe destacar la elaboración de los personajes, que aparecen
retratados con esmero, dotando a los principales de un carácter diferenciado. Gabriela,
el Padre Damián, Hermida, la Madre Abadesa, la Madre Superiora, el Obispo
Almor, Antonio… son las piezas de un puzle sin límites predefinidos. La tenue ambientación,
agitada por los continuos bailes de fechas, tampoco desmerece.
En definitiva, Los Niños De La Encarnación es una de esas obras a las que uno
puede esbozar la satisfacción al acordarse de ella, una de esas que da rabia
acabar, de las que te impulsan a acostarte más tarde por haber empezado un
nuevo capítulo, de las que recomendarías leer, de las que con promoción y una
presentación más atractiva podrían llegar a ser una de esas que abarroten los
primeros puestos de ventas en las superficies comerciales.
Tras la publicación de su primer trabajo literario, Daniel Segovia se encuentra
inmerso ya en la publicación de sus dos próximas obras que llevarán por título Eternamente
Te Amaré, una historia de amor vinculada con ETA, y La
Güija Maldita De Miró. Mientras tanto podéis leer sus relatos, cuentos
y los tres primeros capítulos de Los Niños De La Encarnación en su blog personal.
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