No tengo reparo en admitir que soy un completo ignorante de las referencias de la cultura contemporánea. No he visto ni una entrega de la saga de 'Star Wars', no he leído a Tolkien, ni tampoco he escuchado ninguna canción de Coldplay. Quiero pensar que estas influencias fueron sustituidas por 'El Milagro De P. Tinto', los libros de Dulce Chacón y la adrenalina de Barricada. Sin embargo, me niego a ser esclavo de la autenticidad y la marginación cultural. Por eso, me lancé al rin de El Club De La Lucha, novela de culto internacional.