Al abrir los ojos esa triste mañana verificó asombrado cómo su cuerpo se había transformado en un horripilante ser humano de pensamiento cuadriculado por la pulsación del tiempo, roído por la costumbre, la esclavitud del trabajo y las poses afectadas, los itinerarios, las facturas, los escrúpulos, la higiene diaria, la vergüenza, el rencor, la televisión... Y echo de menos con incalculable pena su sosegada e instintiva vida anterior de insecto.
Por favor subir las dos portadas en amazon luis nelson rodriguez custodio.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Buenas, Luis. No entiendo muy bien qué quieres decir. Saludos y gracias por pasarte por aquí.
EliminarAl abrir los ojos esa triste mañana verificó asombrado cómo su cuerpo se había transformado en un horripilante ser humano de pensamiento cuadriculado por la pulsación del tiempo, roído por la costumbre, la esclavitud del trabajo y las poses afectadas, los itinerarios, las facturas, los escrúpulos, la higiene diaria, la vergüenza, el rencor, la televisión...
ResponderEliminarY echo de menos con incalculable pena su sosegada e instintiva vida anterior de insecto.
Canet
Excelente complemento, Canet.
EliminarUn gusto leerte y verte por aquí.
Saludos, nos leemos!
¡Qué inteligente frase! Me encantó.
ResponderEliminarMe alegra! Un placer, verte por aquí!
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