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15 de octubre de 2016

Apocalipsis Bárbaro

Aunque intuido y, tal vez necesario, el Apocalipsis me pilló desprevenido. No me asombraron los montones de cadáveres apilados sobre el suelo, las llamas que arrasaban los edificios y el mobiliario urbano, ni el insoportable hedor a azufre que desprendían las calles. Lo verdaderamente desconcertante era comprobar cómo el mal se había perpetuado tras la hecatombe.


Puentes, museos y auditorios de diseños estrafalarios y discutibles justificaciones, que en el pasado se resquebrajaban, ahora se levantaban desafiantes. Los restos de vida superviviente, una legión infinita de cucarachas, guardianes de la fe, directores de eléctricas y petroleras, campechanos cazadores de elefantes y mangantes de traje y corbata, rendían pleitesía a su adalid, la extinta alcaldesa de la ciudad. Apoltronada a un vetusto sillón que desafiaba las leyes de la mecánica, la señora de cabello bañado en laca e innato collar de perlas rabiaba de felicidad. No sólo disfrutaba de su conocida afición al calor, sino que había convertido su sueño en realidad: convertirse en Lucifer. 

Presentado para Tomo y Lomo de Carne Cruda.

14 de octubre de 2016

Colaboración con Athalía La Lía Magazine

Ha sido para mí un honor colaborar en el primer número de la revista digital Athalía La Lía Magazine, una idea dirigida y producida por la propia Athalía, Clara R. Sierra. En dicha iniciativa se han reunido un sinfín de escritores, blogers, propios y extraños en torno a la literatura. Podéis encontrar reseñas, artículos de opinión, relatos, poesía, entrevistas, artículos de música, arte y ocio.

Un servidor ha colaborado con el relato inédito Te Odio, que además cuenta con una ilustración de mi amiga Alba Brotons. El relato aparece en la página 51, la publ. Espero que les guste y lean el resto de la publicación. Espero que el proyecto tenga la continuidad y la difusión que merece. Aquí abajo les adjunto la revista.


"Te odio. Odio todas y cada una de las características físicas y psíquicas que componen tu persona. Odio tu nombre, tus apellidos y la fecha en que naciste. Odio tu rutina, tu trabajo, tus aficiones, tu ciudad y la gente que la habita. Odio a tu familia, a tus vecinos, a tus amigos y, también, a tus enemigos. Odio no ser capaz de desprenderme de ellos. Odio no poder huir de ti. Te odio. [...]"

19 de septiembre de 2016

Al Otro Lado


El lápiz con el que ella, cada mañana, se la dibujaba había desaparecido. Con una tranquilidad impropia de una niña que aún vestía babi de colores, Lucía lo rebuscó entre los juguetes que se amontonaban sobre el suelo, debajo de la cama y, por último, entre las prendas con aroma a suavizante fresco que colgaban en el armario. No había rastro del carboncillo deseado. Repentinamente, al otro lado de la pared un golpe seco cortó el silencio. Su madre emitió un grito, al que le sucedió un gimoteo amargo que encontró respuesta en un gruñido desalmado. Lucía no podía pintar sobre su piel a su paloma protectora. A diferencia de cada mañana, tendría que aprender a sorber la rabia y el miedo sola.

11 de septiembre de 2016

Desnudo

Entre desconocidos, despojado de caretas, vanidades y falsas humildades, me presento tal como soy, desnudo. Con la excitación de la primera vez y la inquietud de saber si habrá una nueva oportunidad, discurre en mí una mezcla alborotada de vergüenza, miedo y curiosidad.
Casi no puedo alzar la sonrisa en la mirada, ni esbozar un brillo entre mis labios cortados, pero una corriente frenética discurre por las venas que termina cristalizando primero en el bolígrafo y después en la garganta en forma de palabras. De ella nace un torpe hilo de voz que busca fenecer en oídos ajenos a cambio de efímero calor y sorbos de otros chorros de voz, de los que calan los huesos e inundan el alma.
Ofrezco mis manos vacías de todo y llenas de borrones de tinta, ávidas de ser cubiertas con expresiones que sólo ellas son capaces de comprender. Espero al complejo enredo de dedos, hundirme entre heridas que encierran batallas libradas al anochecer y vencidas al albor de ver amanecer.
Mis pies tiemblan al intuir miles de caminos y apuntan cada uno hacia una incertidumbre distinta. Los intento fijar en este punto, en la imaginaria realidad. Estoy acostumbrado a burlar a la verdad, la mentira y si es preciso a mí mismo. Entre tanto, mis vergüenzas se erizan sin discreción y me recuerdan que nunca las pude encerrar entre rejas de razón.
Descubro en mi recorrido, lunares abandonados, cicatrices que creí cerradas y bellos rincones que al olvidarlos se transformaron sin avisar. Es en ellos donde vuelvo a recobrar la fe en mí y en este maravilloso caos, donde me vuelve a fascinar el infinito universo que encierra un cuerpo tan insignificante y tan pequeño.
El papel inerte se impregna de retazos de vida, lamentos que buscan la manera de inmolarse, deseos que se desangran por convertirse en realidad, pasiones ocultas que adolecen valor y mentiras que aspiran a ser verdad. Los retazos encadenados a la imperfección conforman una apariencia cobarde a la espera del implacable juicio de extraños que les situé entre la vulgaridad y la trascendencia, enterrarse debajo la piel o permanecer bajo el suelo, entre la vida y la muerte.

Y es entonces, cuando le encuentro el gusto a estar desnudo entre desconocidos, pues, aunque destartalada, desorganizada y no llegue a taparme del todo, siempre me cubre una manta de palabras.

2 de agosto de 2016

Caricias y Cuchilladas

Estremecen tus suaves caricias después de dejar un rastro de sangre y dolor. Reparan tus crueles cuchilladas que, con el tiempo, garantizan un instante de felicidad y levitar sobre la realidad. Gritan tus silencios cuando son capaces de iluminar al tedio en medio de la oscuridad, hasta aflorar de la nada una nueva oportunidad. Sosiegas la demencia frenética, la cual escondió el miedo evidente a querer ser y anestesió de podredumbre y mundanidad a los sueños con los que alguna vez fantaseé. El calor de tu mirada me congela y me abrasa el frío de tus palabras.
Aceleras el latido ante un simple roce de dedos, cargado de posibilidades marchitas antes de nacer. Congelas la respiración en una danza de cuerpos desnudos que escupe una mezcla de sudor ardiente y te quieros. Conviertes al surco de la última lágrima en el sendero de una flamante esperanza. A la sonrisa infinita la trasladas a los dominios de la muerte, pudres sus dientes, le das a probar el beso pestilente y reduces la alegría presente a un recuerdo en el olvido.
Vulgarizas la esencia genuina de la obra aclamada y unánime, mientras elevas a la categoría de maestría al instinto más repugnante.  Desprecias al rico que sólo sabe mirarse a sí mismo y lo castigas al merecido ostracismo. Al pobre le haces un hueco en tu mesa para compartir un poco menos que nada y planificar la estrategia de asaltar los firmamentos. Rechazas el olor a divino, aunque le pongas velas al milagro de fraternidad entre seres distintos. Críticas lo que por ignorancia es absoluto y no cejas en la ilusión de desnudar al desconocimiento. Le das sentido al desconcierto con el que nacimos.
Y así es como hacen el amor la verdad y la mentira, el todo y la nada, lo real y lo imaginario, el dolor y la alegría, la muerte y la vida. Así es como fundes en una sola palabra caricias y cuchilladas. Así me enseñaste a que soy un continuo contraste, ridículo, genial, torpe, valiente, tímido y, por ahora, de ti prendido. Vida.

31 de julio de 2016

La Superficialidad

La superficialidad no es una ilusión que
aspira a ser verdad. La superficialidad es una mentira
que a la luz de la verdad se convierte en una cuchilla”.
Anónimo Pensador

Comienza una semana como comienzan todas para Ana. Despierta envuelta en su delicado pijama de lino rosa y enciende su teléfono. Una sucesión de avisos y mensajes enloquece al aparato, iluminando el rostro liso de la joven. Contesta con una ráfaga veloz de clicks a las notificaciones procedentes de las redes sociales y con una aleatoria elección de emoticonos a los mensajes personales salvo a los de Ramón, al que, generosa, le dedica dos de ellos. En su fuero interno, Ana se siente satisfecha y sonríe.
Se encierra en el aseo durante una hora para someterse a una ducha, sesiones de cremas, alisado de pelo, maquillaje y perfume. Entre tanto, se ha enfundado en un vestido verde ajustado que le realza la silueta y deja entrever sus pechos. Se fotografía mirando el espejo desde un ángulo previamente estudiado. Cuelga la instantánea a la red acompañada de un mensaje que reza “A por la semana con energía y alegría”. Mientras devora una deliciosa tostada integral de queso de untar light y pavo bajo en sal, el teléfono móvil de Ana vibra sin cesar. Al otro lado de las vibraciones se agolpa un tumulto de conocidos desconocidos que sueñan con acostarse con ella, amigas que bendicen la apasionante vida de Ana y enemigas que se mueren de envidia por ser ella.

14 de julio de 2016

Perplejidad

Hacen que queramos la comodidad, la rentabilidad, la puntualidad y la productividad. Nos venden las maravillas de la neutralidad, la centralidad, la religiosidad, la simplicidad y la estabilidad, inculcándonos la incapacidad, la temeridad, la vulnerabilidad, la inferioridad y la debilidad.

Para cuando queramos despertar seremos juguetes de la vulgaridad, la fragilidad, la inhumanidad y, finalmente, la invisibilidad sin haber mostrado un ápice de perplejidad.

11 de julio de 2016

El Centro Del Hielo

Arde el bloque de hielo, se evapora la capa cristalina y se derrite la interna desconocida. Nubes transparentes se escapan ante la desesperación paulatina, entrelazándose con masas de negra mundanidad que forman tormentas de inquietud. Del vapor no queda constancia sobre su forma remota, ni tan siquiera si alguna vez la tuvo o existió. Ríos de vida muerta encharcan el suelo, atrayendo a su orilla a refinados señores y bestias salvajes. A lametazos le quitan la sed a sus instintos, sin preocuparse de que el fluido estancado alargue sus miserias o les arrebate toda condición.
Se apaga el incendio y el bloque, más pequeño, se alza con autoridad. No hay vapor, ni lluvias, los ríos han sido absorbidos, los cadáveres aumentan y no se conoce fuego que prenda. La película de hielo deja intuir tesoros encerrados en su interior: la materia prima jamás explotada, la virginidad eterna, el pensamiento sin ser palabra, la vida antes de nacer, una conciencia sin corromper, un corazón que no ha aprendido a latir. Exhalar un aliento cálido, picar las paredes heladas, masticar escarcha para llegar al centro del hielo.
Presa de las manos no merecedoras, la emoción y la felicidad se disipan rápido ante el estupor y la incomprensión. Han sobrexplotado la materia prima, no queda rastro de virginidad, el pensamiento se ha convertido en palabra imperfecta, ha nacido una vida, se ha corrompido la conciencia y el corazón late desbocado. Y mientras tanto, el centro del bloque de hielo se ha derretido al calor de las manos.

5 de julio de 2016

Cristales

De tanto sujetar el cristal, éste se rompió en mil pedazos que se incrustan en las carnes y desgarran el alma. En lugar de recogerlos y lanzarlos a los escombros del olvido, los cristales se esparcieron por los suelos y después volaron por el aire. Las calles se desangran, el miedo y el odio conviven en el reflejo, la piel se cubre de hierro y el silencio aprieta el cuello. En medio de la confusión, alguien aviva la hoguera con sangre para producir nuevos traslúcidos.
Al fin, el estruendo de cristales cesa. La calma sofoca el ambiente, se arrinconan los pedazos en un lado, las cicatrices se esconden y la voz emana como un temblor que se convierte en cotidiano. Y, entre tanto, alguien coloca otro cristal haciendo creer que podrá sujetar la paz.

30 de junio de 2016

Metamorfosis

La metamorfosis sacudió su alma y serenó su cuerpo. No se había convertido en otra persona, había descubierto que nunca fue quien creía ser.

26 de junio de 2016

La Ciudad De Los Vuelos

Cuenta la leyenda que en las tierras del sur se encuentra la ciudad de los vuelos. Todo comenzó en uno de los primeros días de verano de hace muchos años. El intenso calor asolaba las calles, convirtiendo a estas en desiertos de la humanidad. Los ciudadanos más pudientes escapaban a las playas de otras ciudades cercanas, mientras que los que menos tenían se refugiaban en sus casas desde que asomaba el sol hasta que se ponía por completo.

Ante la falta de clientela, los comerciantes se veían abocados a cerrar sus negocios durante el estío y abandonarse a la ruina. Por su parte, los trabajadores del campo sufrían la ferocidad del verano, agravado por la falta de lluvias en invierno y primavera. La fruta estaba seca y carecía de cualquier tipo de sabor, las cosechas eran escasas y se preveía que las próximas no merecieran tan siquiera ser recogidas. También los animales de las granjas padecían en su piel la sequía y la constante lluvia de fuego. El canto de los pajarillos se había apagado en busca de otros lugares.

24 de junio de 2016

Recovecos

Tan cerca que atraviesa la piel sin dejar herida. Tan lejos que se olvida entre los recuerdos. Se sumerge tranquila en mares de sangre, rastrea con emoción la tierra que albergó batallas perdidas y aspira el viento desconocido que le da la vida. Suaves olas mecen la fragata hacia islas desiertas en las que clavar su bandera y deleitarse con la fauna salvaje. Mientras tanto, el sol, que parece no agotarse nunca, baña la supuesta inmensidad.

Al cernirse la tormenta, se hunde la frágil embarcación y el miedo se apodera de la conquista. Encuentra refugios temporales en inhóspitos recovecos que albergan tesoros. La oscuridad y el silencio comparten espacio en cofres abandonados. Abrir o sellar; gritar o callar; saber o ignorar; huir o permanecer; saltar o caer. La disyuntiva pesa, la respuesta vuela y los recovecos se cierran. Y otra vez, tan cerca y a la vez tan lejos.

31 de mayo de 2016

Infinita Nada

Siempre tuvo el mismo proceder: cuando tenía uno, quería otro y al tener ambos, deseaba otros tantos. Un día creyó tener tal cantidad inabarcable que fijó su anhelo en hacerse dueño del infinito. Aunque el gremio de expertos en aritmética y la cuadrilla de ambiciosos sin alma le advirtieron de los insalvables obstáculos teóricos y prácticos, no paró hasta conseguir su propósito.

Orgulloso de su hazaña, creía ver bajo su control un ente ilimitado que jamás nadie había ostentado. Mientras aún aspira a incrementar la ilusión despedazada, hace tiempo que en sus dominios sólo crece la infinita nada.

25 de mayo de 2016

La Chispa

Mientras el pueblo parecía sumido en el letargo, sus protectores, que se habían erigido también como terratenientes, se dedicaban a lanzarles sus propios excesos. Un día fue el aumento de la jornada laboral, otro que se les pudiera despedir sin casi indemnizarles, mientras les repetían una y otra vez que eran tiempos difíciles, que debían entenderlo y hacer un considerable esfuerzo. Aunque hubiera sido medianamente fácil taparles la boca, no hacía falta, puesto que se habían acostumbrado a aguantar aquel peso y nadie sentía ni veía ningún lastre sobre sus gastadas espaldas.
Un día una chispa brotó y el pueblo se entregó a las llamas. Habían soportado un vertedero maloliente, pero hasta que no comenzó a arder nadie había dado cuenta de su existencia.

Microrelato seleccionado para Tomo y Lomo de Carne Cruda.
Se puede escuchar su radiación en este poadcast

18 de mayo de 2016

Te Odio

Te odio. Detesto tu sonrisa maliciosa, tu engreída verborrea y tu manifiesta hipocresía. Pero sin duda, lo que más odio de ti es encontrarte siempre en el reflejo del espejo.

17 de mayo de 2016

Alivio Espiritual

Cuando salió del confesionario, se sintió aliviada y un tanto contrariada. Debería volver para confesarlo y redimirse.

12 de mayo de 2016

Enredos

Se enredan con inocencia jugando a arriesgar su libertad, con la torpeza de creer que volverán a su estado natural en un sencillo golpe de manos. Con el frenético abandono y a base de relativizar, se estiran formando enredos que encuentran el equilibrio imposible. Un día, desenredando un enredo todo se enreda en una nueva red que aprisiona el fondo sin treta que la pueda deshacer. El abismo asoma, los cables aprietan, la verdad y la mentira penden de un hilo y las tijeras hace tiempo que dejaron de cortar.

10 de mayo de 2016

Lo Invisible

Desde lo alto del trono, afila la lengua confiado en evitar la caída. No se ha encontrado tesoro ni prominencia que le arranque la más mínima lisonja de la boca. Castrada la razón, desposeída toda condición y cosida una frágil ilusión, una legión parece sostenerle jurando admiración. Pero, al rebanarse la garganta, se ahogan las palabras, el pedestal cede sin lastimar ningún hombro y el suelo entrega el beso de barro prometido. Aunque se ruborice el hundido ante la constatación de la nada, no es cosa vana levitar lo invisible.

9 de mayo de 2016

Silencio

No recuerda cuándo, pero hace tiempo que notar aquellas garras hundiéndose en su piel, la sangre fundirse con el sudor, se convirtió en algo habitual. Callaba. Sabía que era mejor no decir nada y así descubrió cierto alivio placentero. Pasó por alto que aquellas manos quedaran permanentemente grabadas en su cuello conduciéndole a la asfixia. No había palabras. Debía aguantar todas las envestidas de su amo con agradecimiento. Le abofeteaba y le escupía mientras le recordaba con furia que no era más que otra puta a su servicio. Aquellos ojos brillaban al ver su cuerpo maltrecho y doblegado a la voluntad poderosa. Silencio. Si no era él, otro estaría dispuesto a enmudecer. Silencio.

Silencio del que se aprende a gritar.

3 de mayo de 2016

La Revolución

El viejo régimen había sido derrocado. Las plazas estaban abarrotadas de banderas que anunciaban el triunfo de la revolución. De las miradas brotaba la ilusión desvanecida y la sinceridad desbordaba los abrazos y los besos.


Al día siguiente, la junta revolucionaria promulgó la ansiada reforma: bajo pena de arresto, quedaba prohibido ser un cobarde que espera la muerte.